Si alguna vez has sido la “víctima” desafortunada de un corte incisivo, ya sabes lo que es que te pongan puntos. Con un poco de anestesia local y de sutura habilidosa, tu corte tiene un aspecto mucho más limpio.
Al cabo de unos días, cuando se caen los puntos, apenas notas siquiera que allí hubo una herida. Entonces, ¿fueron los puntos los que te curaron?
Los puntos y la quiropráctica tienen una cosa en común… ninguno de los dos puede curarte.
Sí, claro, los puntos son necesarios después de una herida o lesión. La quiropráctica es una herramienta que utiliza la inteligencia innata para restablecer tu cuerpo.
Los puntos y los ajustes quiroprácticos.
Los puntos nivelan la piel para sellar una herida, y los ajustes nivelan las vértebras para aliviar la presión ejercida sobre el nervio. Pero es la fuerza vital dentro de ti la que completa y acaba la faena.
El ajuste quiropráctico crea el entorno más propenso para llegar a tu óptimo potencial.
Es tu médico interior el que se merece el reconocimiento por el trabajo realizado.