Hay un juez honorable que se sienta en el banquillo de tu existencia; que observa, escucha y rige cada aspecto de tu salud y rendimiento con un solo propósito en mente… mantener el orden.
¿Cuál es el alcance de esta influencia en el tribunal de tu vida? Presidió tu crecimiento prenatal desde la célula número uno hasta los 100 trillones de células de tu cuerpo durante tus primeros nueve meses de vida.
Rigió las distintas etapas de tu desarrollo infantil, tu madurez durante la adolescencia y, ya de adulto, sigue dictando el equilibrio de la balanza entre la disfunción y la reparación, a medida que tú vas sanando y recreando cada día de tu vida.
La inteligencia innata
Ningún médico puede estar a la altura de esta sabiduría, ni ninguna pastilla puede hacer que vacile en su determinación. Cuando se trata de tu salud y de tu capacidad de alcanzar tu potencial máximo, sólo existe un juez capaz de mantener tu cuerpo en orden…
La misma inteligencia innata que lo creó en primer lugar. Confía en ella.