¿Por qué te sientes más cansada cuando tienes hijos pequeños? (parte 3)

¿Por qué te sientes más cansada cuando tienes hijos pequeños? (parte 3)

Hemos hablado ya sobre cómo el tiempo y la calidad del sueño influyen en tus niveles de energía. También hemos visto que lo que comes cuando tienes niños pequeños puede ser un problema, y que el «combustible» que le aportas al cuerpo puede afectarte más allá del agotamiento. Veamos ahora otro motivo que hace que te sientas más cansada tras ser mamá.

Tercer motivo: ¡hay tanto que enseñarles!

Como decía en mi segundo artículo, los niños quieren sentirse seguros y rodearse de cosas familiares, porque todavía están llenos de preguntas sobre el mundo que les rodea. Cuando empiezan a expresarse con claridad y se percatan de que tú, la familia y quienes les rodean ya les entienden, rápidamente desarrollan la capacidad de ser superinquisitivos. Quieren saberlo todo y, a sus ojos, ¡tú tienes todas las respuestas!

Cualquier ocasión es buena para acribillarte a preguntas: un paseo por el parque, una visita al mercado o incluso algo tan sencillo como mirar por la ventana será una fuente de dudas. Prepárate para saberlo casi todo sobre el mundo que te rodea, ¡o ten a mano el buscador de Google en el teléfono!

Sus preguntas y tus respuestas establecen un diálogo provechoso que les ayudará a adaptarse socialmente, una habilidad que realmente les será fundamental en la vida. Sin embargo, el diálogo puede ser bastante agotador para ti, porque el hilo de sus preguntas raramente es lineal. En la misma conversación, tal vez te toque explicar por qué cantan los pájaros, cómo se cultivan los tomates y por qué algunas nubes tienen la forma de un osito de peluche. La lógica inconexa es el pan de cada día para tus hijos, pero los adultos no nos comunicamos así. Tantos saltos de una cosa a otra acabarán pasándote factura: te sentirás mentalmente exhausta.

Cambios en tu rutina semanal

Un pequeño cambio en tu rutina semanal puede ayudarte a superar la sensación de cansancio con los hijos: pero este consejo es más difícil de aplicar que los otros dos. Todos tenemos actividades físicas o mentales que nos cargan las pilas: a algunos les gusta el yoga, otros prefieren relajarse leyendo un buen libro. Encuentra lo que te vaya mejor a ti y, con la ayuda de alguien de confianza que se encargue de los niños, dedícate a ti durante un rato.

La fatiga mental y la sensación de embotamiento a menudo se relacionan con los problemas del sistema nervioso central y su capacidad de comunicarse adecuadamente. En esta página encontrarás más información sobre este tema, ¡dale un vistazo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *