En caso de pinchazo, la rueda temporal que se encuentra en el maletero se supone que está ahí para sacarte de la carretera y acercarte al taller más cercano para hacer la reparación adecuada lo antes posible.
En las instrucciones del vehículo, el fabricante advierte que se debe conducir despacio y con cuidado sobre ella; esos pequeños neumáticos no están diseñados para soportar la carga de una conducción normal. Pero a pesar de dicha advertencia, probablemente habrás visto a alguna persona conducir a toda velocidad por la autopista, ignorando los potenciales riesgos.
Arreglar la causa del problema
Algunas personas tratan su vitalidad de igual modo. Cuando se lesionan o tienen un problema real, enmascaran las manifestaciones de ésta, con medicación al estilo “rueda de repuesto”, mientras continúan con las actividades que les llevaron a ese punto en primer lugar. Prestan poca atención al riesgo que supone ponerle un parche temporal a su problema y pasar de arreglar la CAUSA de su problema. Esto puede meteros en un lío.
Cuando se trata de ocuparse de problemas más agudos o crónicos, lo mejor es arreglar la causa profunda del problema de la forma adecuada, en vez de enmascarar las manifestaciones del cuerpo.
Ésa es la filosofía esencial del cuidado quiropráctico, que no utiliza medicinas y así puedas llegar a tu máximo potencial.
