No puedes dormir, estás bajo de energía y te resulta más difícil llegar al final del día. Los especialistas insisten en que no hay nada que ande mal, pero instintivamente sientes que no estás fino. Tal vez sea hora de llamar a un quiropráctico.
D.D. Palmer, el padre de la Quiropráctica, se dio cuenta de que el estrés físico, químico y emocional repetitivo podía alterar el “tono” normal del sistema nervioso de una persona (es decir, la subluxación). Esta irritación persistente puede ocasionar un bajo rendimiento físico, mental y emocional. ¿La solución?
¡Restablecer el tono normal del sistema nervioso mediante ajustes quiroprácticos específicos y el resultado será una mejoría natural de la salud!
La salud es la “música” que suena en todas las células, tejidos y órganos de nuestro cuerpo cuando éstos vibran perfectamente al unísono, orquestados por un sistema nervioso bien afinado.
Si te sientes aletargado, débil y cansado, una visita al quiropráctico tal vez sea justo la clave que TÚ necesitas para volver a alcanzar la nota.