La persona se encuentra con alguna aflicción y aparece en nuestra consulta. Siempre estamos encantados de poder ayudar, pero a menudo, tan pronto como la persona se siente mejor pone fin a su cuidado habitual. Es así como nuestra sociedad tiende a ver la atención sanitaria: se hace cargo de los problemas que afectan a la salud sólo después de haberla perdido. Todo el proceso es como un viaje en montaña rusa.
Subida y bajada
Usando un montón de energía, la montaña rusa se eleva hasta una pronunciada vertical, como ocurre con las visitas frecuentes que experimenta una nueva persona cuando empieza su cuidado quiropráctico. Desde arriba las vistas son geniales, pero cuando se retira la potencia que hace subir a la montaña rusa, ¡sólo queda un camino a dónde ir!. Las personas que interrumpen su cuidado quiropráctico una vez se sienten mejor, caen por inercia. Una montaña rusa se basa totalmente en dejarse caer por la inercia y la gravedad siempre gana.
Gran parte del cuidado quiropráctico, combinado con mejorar los niveles de estrés, harán que el éxito tan deseado sea mas duradero. Por ello, interrumpir el cuidado quiropráctico demasiado pronto es una invitación a la recaída. Dejarse caer por inercia hasta abajo es divertido en una montaña rusa, ¡pero no lo es tanto cuando se trata de tu bienestar!
¿Te has dejado llevar por la inercia? Si hace ya algún tiempo desde tu última revisión quiropráctica, ¡reserva visita hoy mismo!